martes, 28 de junio de 2011

Fusión de colores y sabores

Una tendencia alimenticia, un paseo y una feria ecológica. Todo esto es parte del Mercado de Productores Sabe la Tierra, el espacio de consumo
consciente en los andenes de la estacíon San Fernando del Tren de la Costa.
La iniciativa está organizada por la asociación civil en formación Sabe la Tierra, que apunta a convertirse en el punto de encuentro directo entre productores y consumidores conscientes, como alternativa de vida sustentable.
Alimentos orgánicos, naturales, agroecológico y objetos de diseño están a la venta todos los sábados de 10 a 18 horas, acompañados por actividades para grandes y chicos: eco-talleres, charlas y visitas de compra, guiadas por la chef Perla Herro, una de las tres responsables del proyecto junto a Angie Ferrazzini y Lucila Rodríguez Carniglia.
A diferencia de otros mercados, éste es todo natural. 

Un "loco" para conocer

Artecoolinario visita a César Covi, actor de teatro under que de la mano de Alex Tossenberger llega a la pantalla grande en el film Desbordar. A semanas del estreno, desde los estudios de la productora Moscul, nos cuenta su experiencia y su visión acerca de la actualidad del neurosiquiátrico José Tiburcio Borda en el marco de la sanción de la nueva ley de salud mental. (Video-entrevista en la columna de la derecha).

lunes, 27 de junio de 2011

"Estamos invitados a tomar el té"

Esta vez, me voy a dar el atrevimiento de contar algunas sensaciones que tuve cuando pase por este maravilloso lugar en diferentes momentos de mi vida. Se llama Las Cortadores, un restaurante y casa de té, muy agradable, distendido, con detalles netamente cuidados que te dan ganas de volver y volver.
Cuenta con cuatro sucursales: Palermo, Las Cañitas, Florida y Villa Gesell, y si bien tuve la oportunidad de conocer dos de ellas, me alcanzaron para confirmar que la elaboración de sus productos son imperdibles.
 La primera vez que conocí Las Cortaderas fue pura casualidad. De viaje con un grupo de amigas por la costa atlántica se nos ocurrió salir a caminar el último día de nuestras vacaciones una tarde de 32 grados de temperatura. La playa, los boliches y las cartas (después de 15 días) se hacían repetitivas, y gracias al hambre y el aburrimiento terminamos ingresando a un bosque.
 El lugar era increíble. Madera, sol, tierra, plantas y el olor a medialunas recién salidas del horno fue la combinación perfecta para quedarnos.  Me acuerdo que las cinco merendamos lo mismo y en la carta figuraba por “Cortaderas”, como para hacerle honor al lugar, que se trataba de café con leche, dos tostadas y dos medialunas; manteca, dulce casero y frutas. Hay una sola palabra para describirlo: riquísimo.
Cuando nos quisimos dar cuenta, ya habían pasado tres horas. Las arboles seguían intactos, al igual que nosotras, una despedida difícil de olvidar.
La segunda oportunidad, totalmente diferente, fue cerca de mi casa. Caminando y haciendo mandados con mi papá una sábado por la mañana. Se esperaba un buen clima, o eso era lo que creía, pero de repente el cielo se volvió negro en sólo 5 minutos. La lluvia torrencial era tan impresionante que tuvimos que salir corriendo al primer al primer techo que teníamos cerca. ¿Dónde era? Otra de los locales de Las Cortaderas y en este caso en Florida.
La amabilidad de los mozos por nuestra llega abrupta llegada parecía de película. Nos recibieron con distintas variedades de té, cafés, chocolatadas, tostadas, sandwitches y tortas de todo tipo. Ya se venía la hora del almuerzo, se podía sentir el olor que salía de la cocina,  pero nosotros teníamos que seguir camino, con o sin lluvia.
Dos opciones y un mismo lugar que vale la pena entrar, degustar sus productos, quedarse un rato a disfrutar y relajarse un poco de la ciudad.

Sabores de la tierra

Hace ya tres meses, que todos los viernes a las 22 horas, Elgourmet.com emite por la señal de Pramer, la serie de La huerta en tu casa, en la que la chef Juliana López May brinda los consejos para quienes quieren tener una huerta en su casa y cultivar sus propios productos naturales mientras comparte y explica las mejores recetas.
Cultivar, cosechar, cuidar y cocinar es el eje fundamental  sobre el que funciona el programa desde una isla en Tigre, provincia de Buenos Aires, que comienza con la cocinera hablando sobre un vegetal o hierba, explicando el procedimiento de cómo, cuándo y dónde cultivarlo.
Espinaca, zucchini, tomates, chauchas, durazno, frutillas, orégano ó perejil son algunos de los alimentos que después se convierten en deliciosos platos a través de recetas fáciles y simples que propone en cada transmisión.
La cocina es el aire libre, un remanso que predomina el verde gracias a los arboles y flores que hay alrededor. El clima, la humedad, la luz y la poca contaminación son algunas de las principales características que sobresalen del lugar.  Además de una vista única al Delta del Paraná y todo, a pocos kilómetros de la Capital Federal.
Un dato fundamental, no se usa ningún electrodoméstico sólo una cocina económica a leña porque lo ideal es estar en contacto exclusivamente con la naturaleza.
Juliana asegura que lo importante es que la gente encuentre un momento de distensión y de armonía. Cocinar es una opción pero plantar, regar y cuidar las plantas también brinda ese espacio para bajar un cambio.
Sin duda, la conductora sabe y entiende de lo que habla. Una combinación que más de uno no puede dejar de degustar.

domingo, 26 de junio de 2011

Fusión de sabores

Entrar a Bartola es al menos, espiar por un instante, el mundo de sus dueños. Los tres están al mando del nuevo restó palermitano: Joaquín Rozas, Hugo López y Micaela Tinelli (una de las hijas del conductor Marcelo Tinelli).
La idea nació un día cualquiera, en el medio de una charla y el plan original era una firma de diseño pero enseguida mutó hacia la gastronomía.
Este particular ambiente generó productos que distaban de los parámetros convencionales. Por eso, pasado el tiempo decidieron integrarlo a otra de sus pasiones, la fotografía, dándole forma a lo que hoy es Bartola. Una propuesta original y deliciosa en Palermo Hollywood.
Los bancos de carpintero utilizados como mesas, sillas de Viena ó de los años 70,  inmensos baúles antiguos, muñecos, fotografías, cuadros multicolores (con el aporte artístico de Candelaria Tinelli, hermana de Micaela, quien estudia pintura), viejos abanicos ó pajareras restauradas conviven en perfecta armonía dándole la calidez que se caracteriza al lugar. Un dato a destacar es que todos los muebles y objetos de decoración están a la venta.
La cocina es variada, con toques de originalidad y buen gusto. La reminiscencia de las recetas de la abuela y el toque gourmet están presentes en cada menú.
Se puede desayunar con tostadas, cereales, yogurt, frutas frescas hasta huevos revueltos. Y para la hora del té, una mesa dulce con budines, muffins y cookies donde no faltan los panqueques o la chocotorta.
Otras de sus especialidades son el pastel de papas, las hamburguesas caseras (con cebollas caramelizadas, jamón y/ó queso), crujientes pizzas como la de muzzarella, panceta y parmesano ó baguetin de lomo. Diferentes opciones para cada gusto.
Por si faltaba algo, pregonan “cuanto más tarde más barato”, es decir, el menú del día baja de precio cada media hora y la mesa dulce tiene un 40 por ciento de descuento a partir de las 18.30 horas. Para no perderse.

Más Datos.-
Donde: Nicaragua 5935, Palermo.
Cuando: Martes a domingos de 9 a 20 horas.
Precios: Alrededos de 40 pesos.
Teléfono: (54 11) 47776183

Un giro en la cocina

Cocinar con estilo, ganas, diversión, imaginación e intentar  crear en cada comida  son sinónimos de Narda Lepes. Simpática, extrovertida y audaz demuestra que cocinar no es tan difícil como parece.
Desde que nació el 29 de julio de 1972 tuvo una relación directa con la cocina ya que sus padres eran cocineros.  Además se la conoce por ser presentadora  televisiva y haber participado en distintos programas de canales de cable.
Su debut televisivo fue en 2001 con el programa Fusión en el Gourmet.com que compartía junto con otros cocineros. En 2003 llego la oportunidad de tener su propio programa, 180 º, que combinaba la cocina con la música.
Además Narda viajó por el mundo para mostrar las diferentes costumbres gastronómicas y culturas de cada región.  Realizó una serie de programas en países como: Camboya, Brasil, Inglaterra, Grecia, España, Marruecos y Vietnam en donde demostraba que el arte del buen comer es mundial.
En 2007 publicó su libro Comer y pasarla bien  que ya va por la séptima edición y fue editado también en Colombia, Chile, Ecuador, Perú, México, Uruguay y Paraguay.  Recetas y secretos de Narda fue el último programa que emitió en 2009  para la cadena de televisión por cable El gourmet.
En mayo de 2010 se produjo el pase del año, como lo titularon algunos medios, cuando la cocinera decidió comenzar a trabajar en Utilisima satelital haciendo Doña Petrona por Narda que rinde tributo a la pionera de la cocina televisiva. “A cualquier persona le decís Doña Petrona y lo relaciona con cosas positivas, con la cocina casera, y la gente está necesitada de eso, y es lo que yo quiero transmitir. Ella es un símbolo, y cuanto más me voy enterando de su vida, mejor me cae”, afirmaba la nueva figura de Utilisima.
Narda se hizo popular por arriesgarse, por buscarle un nuevo sentido a los sabores y por enseñar a cocinar en la pantalla de una nueva manera. Le gusta la comida casera que se disfruta al comerla y que se puede sentir el placer al prepararla.

Anfitriones de primera

Casa Coupage, se llama a la residencia de Santiago Mymicopulo e Inés Mendieta. Una pareja de sommeliers con experiencia en España y Nicaragua, que en 2007 decidieron emprender un proyecto juntos para combinar su pasión por el vino y la comida. 
Hay un único timbre, y como su nombre lo indica, es una casa.
A partir del momento en que se ingresa, los dueños dan la bienvenida y las sensaciones empieza a jugar un papel fundamental. Velas, aromas que se mezclan unos con otros y la sutileza de la música de fondo, crean un espacio íntimo y sereno que vale la pena aprovechar.
Se trata de un living con sólo cinco mesas que permite durante toda la noche una atención exclusiva a cada comensal. Mendieta justificó la reducción de agasajados: “Cada  cena es única para nosotros. Ponemos  todo nuestro empeño para que las cosas salgan perfectas y por eso atendemos de a pocos”.
La cocina está a cargo del chef Martín Lukesch, quien ofrece menús fijos a 180 pesos por persona, como bondiola de cerdo con puré de batata ahumado, papa rellena de ricota de cabra perfumada con limón, cordero estofado en jugo de peras o uno de los más recomendados por la casa es la tarta tibia de queso de cabra. Incluye también, postre y bebida a elección.
Mymicopulo dice sobre la difusión de Casa Coupage: “La publicidad más efectiva para nosotros siempre ha sido el boca en boca. Nada más confiable que la recomendación de aquel que ha vivido la experiencia”. Además, agregó que últimamente se acercan jóvenes que quieren probar ingredientes diferentes más allá de la milanesa con papas fritas. 
A su vez, los miércoles funciona como club privado de vino. Alrededor de veinte personas catan tres clases de vinos sin ver la etiqueta de la botella y tanto Mymicopulo como Mendieta, explican la particularidad de cada uno.



Para anotar.
Cuando: Jueves y viernes por la noche
Capacidad máxima: 15 personas
Teléfono: (54 11) 47779295

A comer por el mundo

Para escapar de lo clásico, la rutina y conocer nuevos estilos, ingredientes y sabores se puede hurgar más en la cocina de cada país y encontrar en ellas grandes delicias.
Seguramente este tipo de comidas no se preparan en casa con frecuencia y al ser característica de cada país, raza o etnia al probarla se puede sentir que estamos visitando un lugar exótico y diferente.
La comida china es una de las preferidas a la hora de conocer nuevos sabores. Puede comerse con palillos o no y frita o al vapor. Los arrolladitos primavera con salsa agridulce o los chop suey que pueden ser de carne, pollo o cerdo son los más conocidos. Una de las características es que se combinan diferentes sabores: agrio, dulce, amargo y salado.
A la hora de hablar de México es imposible no nombrar sus típicos platos y sus salsas picantes y deliciosas. Las fajitas, los nachos, el guacamole, los burritos, quesadillas y enchiladas son las más populares a la hora de elegir entre la gran variedad que ofrece este país a la hora de comer.
La gastronomía árabe también ofrece platos sabrosos y muchos de ellos son sencillos para preparar en casa. Los ingredientes que abundan son: verduras, cereales, frutas, legumbres, pasas de uva, nueces, almendras, semillas de sésamo, perejil, carne vacuna y  sus más conocidas masas que son la de hojaldre o pasta filo. Entre sus especialidades podemos destacar: El cus cus, el arroz árabe con carne y frutos secos, alcachofas rellenas, púre de guisantes y sopa árabe de arroz.
En buenos Aires existen una gran cantidad de lugares en donde se puede disfrutar de la comida característica de cada país y así conocer más su cultura con no solo desde el lado de la cocina sino también con los shows que se ofrecen. De esta manera podemos transportar nuestra mente y sentirnos en cualquier parte del mundo.

Un plus de adrenalina

Fuerza Bruta volvió a sorprender en el Luna Park con su espectáculo “Wayra Tour” y hoy ofrecen su último show . Dirigido por Diqui  James uno de los creadores de De la Guarda vuelve a demostrar que la festividad y la locura se mezcla entre espectadores y artistas en forma natural.
Dentro del lugar se viven dos experiencias diferentes. En el campo los espectadores sienten el show como meros protagonistas de la historia, la música, los movimientos y los efectos especiales van directo al cuerpo. Y por otro lado, sentados en la butaca se ve un mundo paralelo en donde se disfruta de un viaje irreal y soñado en donde las luces , la escenografía y la gran tecnología empleada junto con la audacia y desenfreno de los espectadores generan una situación realmente excitante.
Fuerza Bruta desde hace años sorprende al público con sus grandes shows y esta vez encanta y atrapa creando cada noche un ritual que se ubica fuera de cualquier tipo de convenciones. De sus viajes por el mundo han adquirido más técnicas que están impresas en este gran y último espectáculo.
Bailar, volar, divertirse y romper límites es una de las reglas esenciales a la hora de sumarse al “Wayra Tour”. Se pueden conseguir entradas desde $60 por internet o en el estadio y sumarse a la pieza teatral que une la energía, el agua, la actuación y lleva la adrenalina al máximo nivel.

sábado, 25 de junio de 2011

Genios comprendidos

Podemos decir que si salimos a comer afuera se puede elegir entre restaurantes de platos caros y avaros como el faisán a la Cork, o bien, comer un choripan  en la costanera.
Y si lo miramos desde el lado artístico llegamos a la conclusión que en la calle también hay muchos artistas, pintores o escultoras vendiendo sus obras o músicos con su gorritas. Y muchos otros.
Los artistas callejeros muchas veces aplaudidos, muchas otras ignorados, viven y disfrutan lo que hacen sin darle importancia al ruido de la moneda que cae sobre su gorra. El placer de hacer lo que les gusta les da lo necesario para vivir como quieren.
“Muchas veces cuando pasan y nos miran creen que somos sucios, vagos, nos confunden con hippies, y yo opté por mostrar mi arte en la calle” afirma Patricio, artista plástico, que todas las tardes está en Florida y Corrientes vendiendo sus obras. Dice que él podría haber sido arquitecto, pero cerca de recibirse abandonó la carrera. Es chileno, hace más de un año que encontró el lugar para vender sus pinturas, vive con su mujer que siempre lo acompaña y con su hija, estudiante de arquitectura.
Sus obras, similares a las del artista colombiano Fernando Bottero, en la calle salen 100 pesos, vende una por día por lo menos, pero si las mismas fueran expuestas en una galería no saldrían menos de 300 dólares. No reniega de eso y por más que muchas veces le ofrecieron exponer en galerías, nunca lo aceptó, prefiere que lo que intenta transmitir llegué a todos y que puedan llevárselo si les gusta.
Lo que lo motiva a estar en la calle, es el aire de libertad, la independencia de poder estar hoy en una peatonal del microcentro porteño, y mañana estar en la Rambla en Barcelona, que tiempo atrás les dio un lugar. 
No cuentan con nada, solo sus pinturas y su talento para vivir y adaptarse en cualquier parte del mundo, solo piensan en el presente, según ellos solo debe alcanzar para comer y para comprarle lo que le haga falta a su hija para estudiar. “En principio cuesta tirarse en la calle, el qué dirán cuando te ven, que piensan los familiares, pero por suerte uno puede demostrar que vive y se siente muy bien, yo pongo mi cabeza en la almohada y puedo dormir tranquilo”, comenta el pintor. Su meta a cinco o seis años es poder comprar un colectivo, adaptarlo con las comodidades para poder vivir y salir a recorrer el país, en principio, conociendo y aprendiendo de las calles.
A veces las alternativas de la calle pueden ser mucho más sabrosas que los platos caros que sirven en los lujosos restaurantes. 

El baile de la Victoria

Es la película protagonizada por Ricardo Darín que le seguió a la exitosa producción ganadora del Oscar, El secreto de sus ojos, pero esta vez terminó siendo un plato agridulce que no gustó.

El famoso ladrón Vergara Grey (Ricardo Darín)  y el inexperimentado Ángel Santiago (Abel Ayala) quedan en libertad beneficiados cuando se dicta la amnistía chilena tras la llegada de la democracia.
Por un lado el famoso ladrón de cajas fuertes que solo le interesa recuperar a su familia y comenzar con la vida que hace cinco años atrás había dejado, pero las cosas ya no eran iguales.
Por el otro, el joven dinámico Ángel Santiago que sale en libertad con la idea muy clara de buscar a Vergara Grey y llevar a cabo un golpe maestro. Pero en su primer día en la calle conoce a Victoria, una joven llena de misterio que hará que la historia cambie su rumbo.
La variedad de locaciones que presenta y las idas y vueltas de las diferentes historias permite que el espectador quede inmóvil durante las dos horas que dura la película o bien que se pierda y no vuelva a tomar el hilo.
La gran interpretación del argentino Abel Ayala, ya conocido por su actuación en “El Polaquito”, en el papel de Ángel, le dan un tono especial y permite junto a la presencia del ganador del Oscar, que la película tomé un vuelo más alto del que en realidad tiene.
Son muchos los temas que su director Fernando Trueba intenta abarcar en dos horas de película, la vuelta a la democracia, militares, la historia de una bailarina y las historias de amor de los protagonistas, en algunas quedan flotando los finales y solo algunas se cierran.

El hombre de al lado

Una ventana en una medianera rompe con la imagen, termina con el orden y desata el conflicto entre vecinos de realidades diferentes.

La película de Mariano Cohn y Gastón Duprat, con guión de Andrés Duprat, describe la realidad de dos personajes antagónicos que a través de una medianera van entablar una relación de humor y tensión por momentos.
De un lado Leonardo Kachanovsky (Rafael Spregelburd), dueño de la famosa casa Curuchet de Le Corbusier en La Plata, exitoso diseñador industrial, soberbio, prolijo y altanero. 
Del otro, Victor Chubello (Daniel Araoz), vendedor de autos usados, rudo, ordinario y frontal que en “busca de unos rayitos de sol que al vecino le sobran” comienza a construir una ventana en la medianera que comparte con el diseñador y su familia.
Para hacer un paralelismo con el arte gourmet uno es del sushi, y el otro, un fanático del sándwich de bondiola en la costanera.
Nada mejor que la frase “Cada casa es un mundo”, para describir la rivalidad que se va a desatar entre estos vecinos. Las presiones que sufre el famoso diseñador por parte de su mujer por no romper con el orden vigente y la actitud avasallante  de un vecino por un poco de luz solar son el motor de las discusiones entre estos  dos mundos.
Este conflicto desencadena una interesante trama que a simple vista se puede presentar como hasta irrisoria, porque no se puede evitar reír en los enfrentamientos de estos vecinos de clases tan diferentes en el simple hecho de sus formas de hablar y comportarse, pero que en una mirada más profunda refleja los miedos de la clase social más privilegiada.
Es una película con pocas locaciones, simple y metafórica, que cuenta con movimientos de cámara poco comunes que la tornan interesante para reflejar esta historia que va más allá de la búsqueda de unos rayitos de sol, aunque por momentos se torna reiterativa.

Descanso creativo

Artecoolinario salió a buscar un lugar donde dormir y se encontró con el Art Factory, un hostel a pocas cuadras de Plaza Dorrego en el barrio de San Telmo, donde sus visitas pueden disfrutar de arte, creatividad y también de un tradicional asado argento. 

El Art Factory, es una casa antigua similar a cualquier otra que está en el barrio. Pero detrás de su puerta, paredes de colores, dibujos y eclecticismo hacen un lugar original con estilo único.
Seis meses fueron los que estuvieron en pleno “caos creativo” para hacer de cada sala un mundo distinto.Con imaginación, diseños y estéticas diferentes en cada una de las habitaciones, hacen de la casa antigua un lugar de vanguardia.
En uno de los pocos cuartos que se encuentran desocupados, un centauro en tonos grises y blancos ocupa toda la pared de la cabecera de la cama. Y así cada habitación adapta un estilo diferente. Alguna con rayas azules que cruzan de lado a lado y otras pintadas por artistas de distintas partes del mundo.
“Está inspirado en un lugar de Holanda, una especie de squatt creativo, en el cual tu aporte es ponerle onda a una pared y te podés quedar. Con esa idea no había mucho que inventar”, cuenta Manuel Frias uno de los dueños.
Los artistas que trabajaron las paredes de la casa vivieron en el hostel hasta que terminaron su obra. Actualmente tiene las puertas abiertas para que cualquier huésped sea parte de esto, se exprese, y deje su firma en una pared.
Es como un centro cultural donde cada huésped tiene su espacio. Se dictan talleres de actuación, fotografía y se hacen muestras y ciclos de música. Además cuenta con actividades que ya son un clásico, como el asado de los viernes, donde el hostel entero se paraliza en el comedor para compartir achuras, vino y un buen plato de carne argentina.
Ubicado en el antiguo barrio de San Telmo, caracterizado por sus calles de adoquines y sus casas de época, le da esa serenidad que lo aleja del centro de la ciudad. Sin embargo, la cercanía de distintas líneas de colectivos y el subte permiten a los turistas moverse con comodidad por Buenos Aires. 
Una de las alternativas que ofrece el hostel es el “Art Walk”. “Una caminata artística por San Telmo. Se le muestra una selección de los graffiti, del arte callejero más destacado y algunas galerías de arte. Es la información que este barrio tiene que no te la da ningún librito. Te muestra el color de San Telmo”, afirma Rick, el guía de la aventura.
Si bien el Art Factory cuenta con habitaciones bien variadas, su dueño cree que su fuerte está en los espacios comunes. Por eso, el hostel tiene una gran sala de lectura, un bar y una terraza para compartir un buen momento donde los que están de paso pueden conectarse.
“Lo que más me gustó de Art Factory es su dinamismo. Siempre hay alguna actividad para hacer. Pero también se respira mucha paz y uno puede hacer lo que quiere”, cuenta  Lisa Weiben, una huésped austriaca. 
La trastienda de una casa del siglo XIX, con ambientes amplios, restaurada con mucha imaginación bajo el concepto de comunidad por artistas de todo el mundo, es la posibilidad que brinda este original hostel  para hospedarse y descansar en un lugar distinto.
“El viaje es como un break en la vida. Donde la gente se encuentra. Porque después la rutina y el trabajo te vuelve a separar. Y en el hostel se da ese paréntesis tan necesario”, asegura Manuel.

viernes, 24 de junio de 2011

La cocina de la abuela

Añadir leyenda
Los domingos me hacen acordar a mi abuela. Será porque cuando era chica y hasta la  adolescencia ese era el día en el que toda la familia se juntaba a almorzar en su casa. Eso si, había que estar temprano en la mesa, era uno de los pedidos al cual nadie podía fallar.
No era ni Doña Petrona, ni Choly Berreteaga pero se las rebuscaba para que sus comidas fueran las más ricas. Tampoco había mucha presentación en ellas, es más directamente no la había, pero  al comer un bocado  solo importaba el sabor.
Por algo será que siempre la cocina de la abuela se invoca como algo sabroso.  Haciendo honor a esta frase en la ciudad de Madrid, España, dos hermanos de una familia tradicional decidieron abrir un restaurante en donde los manjares de la comida gallega son la mejor opción. Entre las especialidades de la casa se puede encontrar el arroz con pollo, los guisos y de postre el arroz con leche típico de la abuela. A raíz del éxito que tuvo el emprendimiento de encontrar en un lugar acogedor las recetas de la infancia se abrieron más locales a lo largo del viejo continente para que más personas disfruten de su cocina.
Asi como el pintor elige los colores del cuadro que va a pintar, el escritor elige los personajes del libro que comenzará a escribir, el cocinero elige los ingredientes para que su comida sea la más sabrosa. Y puedo pasar también que no sea la más deliciosa, ni la mejor presentada, ni la que más nos guste pero si está hecha con amor, como lo hace la abuela seguramente será la mejor.

A comer pizza, se ha dicho!


La ciudad de Buenos Aires tiene ese no se qué, ya lo sabemos. Pero además a la hora de elegir que comer también tiene una gran variedad de lugares  para saciar los  diferentes gustos.   A lo largo de la Avenida Corrientes se encuentran las pizzerías más tradicionales  en donde la pizza es la protagonista de la historia.

Desde 1932 Banchero deleita a sus comensales. Sus comienzos culinarios fueron en La Boca donde Juan Banchero y sus hijos Tito y Antonio  inauguraron su primera pizzería e inventaron la famosa fugazza con queso.  Además poseen sucursales en Once y el Centro.
Guerrin también abrió sus puertas en la década del 30´ de la mano de Franco Malvezzi , un hombre conocido de la época que sabía mucho de cine, literatura y arte. El emblema del lugar es el buen comer y la calidad que son logradas al pie de la letra.
Las características que tienen en común  es que siempre hay mucha gente, que se puede comer en una mesa más cómodo  o sino de parado al paso
Para aquellos que adoran la redonda al molde o a la piedra estos son excelentes lugares para disfrutar de una variedad de gustos imperdibles y sabrosos con precios económicos. Asi que si vas a algún espectáculo por Avenida Corrientes después se puede disfrutar solo o acompañado de una buena porción de jamón y morrones  con un chopp bien frío.

domingo, 12 de junio de 2011

Cocina y literatura *

Aunque resulte extraño el arte de la cocina también está en la literatura. Grandes maestros  han decidido exponerlo en sus libros y salpicar sus textos con salsa y buen gusto.
La escritora chilena Isabel Allende en su libro “Afrodita, cuentos, recetas y otros afrodisiacos”  hace una muestra completa de estimulantes del apetito sexual fusionando cocina, literatura y amor. En su libro dice:
“… ()Me arrepiento de los platos deliciosos rechazados por vanidad, tanto como lamento las ocasiones de hacer el amor que he dejado pasar por ocuparme de tareas pendientes o por virtud puritana ya que la sexualidad es un componente de la buena salud, inspira la creación y es parte del camino del alma... Por desgracia, me demoré treinta años en descubrirlo…”
La comida está en todas partes y por eso ha llegado a ser para algunos autores un personaje primordial y con vida propia. En “Como agua para chocolate”, la escritora mexicana Laura Esquivel demuestra que hay una relación intensamente emocional entre la cocina y el ánimo. El tema de la novela gira en torno a un amor imposible, para lo cual la protagonista recurrirá a las artes culinarias. En su libro dice:
“… () Mi abuela tenía una teoría muy interesante, decía que si bien todos nacemos con una caja de cerillos en nuestro interior, no los podemos encender solos, necesitamos, como en el experimento, oxígeno y la ayuda de una vela. Sólo que en este caso el oxígeno tiene que provenir, por ejemplo, del aliento de la persona amada; la vela puede ser cualquier tipo de alimento, música, caricia, palabra o sonido que haga disparar el detonador y así encender uno de los cerillos...”
Las semejanzas entre la vida cotidiana y la comida son tantas que al final el mundo termina siendo una gran cocina. Hay inmensa cantidad de libros que abordan esta temática y que nos da la posibilidad de alimentar nuestro cuerpo y alma con cada una de sus líneas.

lunes, 6 de junio de 2011

Querida voy a comprar cigarrillos y vuelvo

¿Querés un millón de dólares? Pregunta picante como los nachos mexicanos la que le hacen a Emilio Disi, en realidad, al agente inmobiliario Ernesto Zambrana en el último film de los directores Mariano Chon y Gastón Duprat “Querida voy a comprar cigarrillos y vuelvo”. Pero a veces, lo peor que te puede pasar es que tus deseos se hagan realidad.
A este agente inmobiliario de Olavarria, se le presenta una oportunidad única de manos de un desconocido, interpretado por Eusebio Poncela. Un mercader de Malasia que posee poderes le ofrece un millón de dólares a cambio de un viaje de 10 años por su vida, en el momento que desee. Vivir esos 10 años nuevamente, y así, obtener ese premio que le permitiría salir de su vida aburrida y monótona.
En su viaje trata de buscar alternativas para que su vida sea diferente, busca la forma de ser rico,  exitoso en la tv, intenta ser músico, pero su destino ya estaba escrito. Volvería a ese mismo lugar a donde había dejado a su mujer esperando para vivir su realidad y resignarse, o solo, intentar cambiarla.
Con la narración del escritor Alberto Laiseca suma suspenso y le da un toque distintivo de películas donde el protagonista vive otra realidad para cumplir un deseo o viaja en el tiempo. En el film apela a recursos sencillos para llegar a la exageración y ser claros, un dato distintivo de los directores.
Ese viaje hasta el kiosco parecía un trámite, pero la búsqueda de ese millón de dólares en su pasado terminó siendo mucho más difícil que dejarse sorprender por el imprevisto diario que nos enfrenta  el presente.