Los restaurantes a puertas cerradas cada vez más presentes a la hora de elegir una opción para salir
La tendencia que arrasa en Europa y en los Estados Unidos ya puso un pie en la Argentina. ¿De qué se trata? Una nueva movida emerge en las ofertas gastronómicas, y son los restaurantes privados que se pueden acceder solamente con un contacto previo.
No cuentan con identificación en sus puertas, ni hacen publicidad. Admiten a pocos y su difusión es a través del boca a boca de sus clientes o de redes sociales como Twitter o Facebook.
La consigna fundamental es sentarse a comer y disfrutar, tanto la comida como la tranquilidad y la intimidad del espacio.
Pagano Club Social, una propuesta diferentes para salir de los típicos restaurantes, entre otras.
Así fue como llegó inesperadamente para Federica y Jerónimo Bergada, hermanos y socios, en un proyecto que iba a tocar, justamente, las puertas de su casa.
Recién a principios de 2008, se dieron cuenta que su casa se había convertido en un club y que tenían que hacer algo con esa cualidad que los había unido.
Todo ocurre en una casa antigua, en un primer piso que se sube por una escalera de tipo caracol, del barrio de Recoleta. Los cuatro ambientes están decorados, dos de ellos fueron creados especialmente para cenar.
El menú es bastante amplio: entrada con fiambres, plato principal a elegir que pueden ser pastas, pescados o carne. Además incluye postre, que es una copa helada con frutas de estación y café o té.
¿El precio? A elección. Cada comensal es el encargado de poner el valor que crea necesario. Sin duda, la calidad de la cena y del ambiente es directamente proporcional a la perfección humana con que trabaja Federica y Jerónimo para llevar a cabo Pagano Club Social.
Para anotar.
Cuando: Miércoles, jueves y viernes por la noche
Capacidad máxima: 20 personas
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